Y justo ahora, Maradona, el “Pibe de Oro”, jugando a favor de Marruecos, ha decidido marcar un gol de derechas contra la causa del pueblo saharaui. (Y contra el pueblo trabajador marroqui que lucha contra esa tirania y sufre la represión, la carcel y la muerte).
Diego Armando Maradona certificó con su participación, el día 6 de noviembre, en el partido de futbol organizado para celebrar el 40 aniversario de la tristemente célebre “Marcha Verde”, su apoyo a la arcaica y despótica dinastía marroquí.
Su sola participación como estrella del futbol mundial y su injustificable silencio, sirvieron para distraer todas las miradas del fondo de tan oprobioso espectáculo.
No era un partido “por la Paz” como afirma el diario Clarín, el periódico que apoyó sumisamente a la dictadura militar argentina de Videla.
Detrás de estas representaciones que cada 6 de noviembre organiza la monarquía alauita, se encubre la intención colonialista de hacer olvidar la verdad de aquella historia de despojo y crimen impune contra el glorioso pueblo saharaui. Es el vano intento de ocultar la justa causa de ese pueblo.
Lo siento por los defensores a ultranza del astro del futbol, y por los devotos de la “iglesia maradoniana”. Tampoco quiero el favor de sus detractores. Las fruslerías personales, deportivas y de otra índole, que han nutrido las crónicas del disparate, las soslayo ex profeso.
Maradona llegó a Marruecos para participar en el "partido de gala" que organizó la Real Federación Marroquí de Fútbol en el marco de las celebraciones por el 40 aniversario de la Marcha Verde en El Aaiún, capital de los territorios ocupados, que la denominación marroquí reconoce como, del Sáhara Occidental, otrora Sahara español.
Fue uno de esos “inofensivos” partidos entre viejas glorias del deporte que los reúnen, aquí y allá, “por una buena causa”. Para el equipo ganador se reservaba, bendita originalidad, la "Copa de la Marcha Verde".
La responsabilidad es entera de Maradona. Él sabe muy bien a qué juega. Tal vez, quienes restan importancia a su participación esta bribonada, alegando toda clase de justificaciones, no lo sepan. Maradona no puede haber sido engañado.
Maradona márcándose un baile en El Aaiún, donde participó en un partido de fútbol para conmemorar la sangrienta ocupación del Sáhara por parte de Marruecos.
¿Puede ser ingenuo quién declaró que los propósitos del programa de televisión, "De zurda", en el que participó como copresentador durante el Mundial de Brasil 2014, era "decirle a los oligarcas, a los que nos quieren meter las multinacionales en la cabeza: muchachos, nosotros también hacemos nuestro programa y hacemos mucho más ruido que ustedes?".
La Marcha Verde o Al Massira
Maradona debe saber que lo que se conoce como la Marcha Verde no fue otra más que una maniobra del rey Hassan II de Marruecos para conseguir la anexión del territorio saharaui. Lo que la propaganda marroquí presenta como marcha pacífica fue un autentico despliegue militar disfrazado de manifestación popular. Tampoco fue tan solo una “brillante” idea del anterior monarca alauita, Hassan II. Fue una inspiración de quienes más saben de conspiraciones, conquistas y expansionismo territorial. Aquella aparente marcha pacífica de 350.000 ciudadanos reclamando "su tierra" se cocinó en Estados Unidos, estuvo financiada con el dinero saudí y tenía detrás el apoyo de 25.000 soldados.
Es por eso que conmemorar la Marcha Verde es mancillar la memoria de los más de quinientos saharauis desaparecidos durante la misma, la expatriación forzosa de cuatro generaciones de saharauis obligados a vivir en los campamentos de refugiados en Argelia, del otro lado del muro y de minas antipersonales.
Prestarse a estos espectáculos después de 40 años de ocupación ilegal marroquí de esos territorios, que permiten el expolio de sus recursos naturales y la violación sistemática de los derechos humanos de los saharauis es una traición.
Nadie debe olvidar que en 1976, en Bir Lehlu, Sahara Occidental, fue declarada la independencia de la República Árabe Saharaui Democrática (Rasd).
Estamos ante la misma situación de inmoralidad que se da en el caso palestino. De nada sirvieron el doble llamamiento del movimiento de solidaridad con el pueblo saharaui para boicotear el evento, ni el reclamo a las estrellas futbolísticas para que no prestaran su imagen a la humillación del pueblo saharaui. (Este blog añade, y del pueblo trabajador marroqui).
Maradona fue, jugó, se divirtió y los medios tuvieron con qué sepultar tamaña mezquindad bajo una montaña de pueriles titulares que su perfil mediático siempre aporta. Sobre las cuestiones históricas no se pronunció. Que se sepa estas preguntas no estaban en la agenda periodística. Y nos quedamos sin saber si tiene algún criterio al respecto o si se siente o no utilizado por Rabat.
El Pelusa disfrutando junto a su novia durante su viaje a los territorios ocupados por Marruecos
La decisión de Diego Armando Maradona de prestar su imagen para la operación de lavado de imagen de la dictadura marroquí es, en este momento, especialmente dañina para el pueblo que sufre su ocupación y sus torturas sistemáticas. Y ello porque la causa saharaui tiene hoy particularmente difícil la defensa de sus intereses y, mientras se incumple flagrantemente el Plan de Paz auspiciado por la ONU, el contencioso del Sáhara Occidental apenas tiene eco en el convulso mundo de la política actual.
Y justo ahora, Maradona, el “Pibe de Oro”, jugando a favor de Marruecos, ha decidido marcar un gol de derechas contra la causa del pueblo saharaui. (Y contra el pueblo trabajador marroqui que lucha contra esa tirania y sufre la represión, la carcel y la muerte).
Videos:
"MARRUECOS HA CONMEMORADO UNA INVASIÓN SANGRIENTA RESPALDADO POR ESPAÑA Y FRANCIA"
Por Gabrielo de Colba / Canarias-Semanal.org
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