Tiempo de abrazos y de té compartido, de comprobar que los lazos de la amistad no se desatan fácilmente.
Tiempo de recordar a un gran amigo, Antonio Pomares, que sigue vivo en la memoria colectiva de quienes nunca olvidaremos su entrega y su gran amor por el pueblo saharaui.
Tiempo de espera para recibir a un bebé que en menos de lo que pensamos, porque el reloj es veloz, acompañará a su padre a la biblioteca y aprenderá a valorar la cultura como él la valora.
Tiempo de voluntarios que están a punto de regresar y de otros que están llegando con un nuevo libro bajo el brazo, un libro lleno de poemas que hablan del Sahara.
La primavera llevó a los campamentos el afecto de los que aquí acompañamos, de una u otra forma, al pueblo saharaui en su lucha por la libertad. Y la primavera nos trae, con quienes regresan, la fuerza de su resistencia y la sensación de que también allí está nuestra casa.
Giulia, Inés, Gonzalo, Nico, Sandra y su grupo de Toledo, María, Gloria, Alouda. Sois todos los que aquí estamos.
Fetrana, Kabara, Alghailani, Lafdal, Ahmed, Hamida, Ebnu, Brahim, Saad, Hassana. Sois ese abrazo permanente que nos recibe cada vez que vamos, que nos hace sentir ahí, aunque estemos aquí.
Fuente: bubisher.org
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