Fuente: bubisher.org
La biblioteca de Auserd es vivida como un hogar en el que niños y bibliotecarios pasan muchas horas compartiendo lectura, juegos, conversaciones… Y para que el ambiente sea aun más acogedor, han decidido mejorar el exterior creando lo que un día será un auténtico jardín, porque ya hay varios árboles plantados que entre todos cuidaran con mimo, porque están echando gravilla para que la arena no entre por todos los rincones, y han colocado una valla para que las cabras no se zampen lo que van plantando. Y es que su idea es continuar con esta labor y poco a poco ir añadiendo plantas y, quizás, hacer un pequeño huerto para que los niños descubran y sientan lo fascinante que es la naturaleza.
Y hoy, para inaugurar este nuevo espacio, los niños han escondido un tesoro y han hecho un mapa para que otros lo busquen. Una pequeña isla del tesoro en la dura hamada.
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