Para hablar de la identidad cultural saharaui y de la búsqueda de formas de preservar esta identidad, no es suficiente un modesto artículo como el que propongo en esta revista “Al-Montada” del Ministerio de Cultura Saharaui. Por ello, espero que se tome este humilde artículo como la punta de lanza para una investigación mucho más profunda y con mayor rigor académico en un futuro próximo.
Uno de los maestros de la sociología moderna, Anthony Giddens, define a la cultura como: “Cultura se refiere a los valores que comparten los miembros de un grupo dado, a las normas que pactan y a los bienes materiales que producen. Los valores son ideales abstractos, mientras que las normas son los principios definidos o reglas que las personas deben cumplir”. Basándonos en esta definición del profesor Giddens y si partimos de que nuestras creencias están basadas en nuestra percepción de la realidad y esta realidad es una construcción social, esa misma construcción social es nuestra propia identidad cultural, nuestra pertenencia a un grupo social determinado con su propia configuración cultural particular. Y que además no es estática, sino que son una acumulación de valores y elementos socio-históricos en continuos movimiento que se va enriqueciendo en este de cursar en el tiempo.
La identidad cultural saharaui, se ha ido enriqueciendo a través de su proceso histórico, incorporando valores y elementos culturales africanos, Amazigh, árabe y europeos (a través de la colonización), dándole las características actuales a esta identidad, que nos diferencia de los pueblos limítrofes. Sin que esta identidad cultural se haya estatizado, ejemplo de ello son los elementos culturales que las nuevas generaciones van incorporando y dándole una pincelada genuinamente saharaui, como son los elementos culturales recientes, que las jóvenes generaciones saharauis dan por llamar; cubanaraui o argelosaharaui, sin olvidar elementos adquiridos forzosamente por la situación política de ocupación, en la que vive gran parte del pueblo saharaui.
Muchos se preguntaran por que planteo todo el anterior repertorio para hablar de identidad cultural saharaui. Sencillamente por que el tema lo requiere en las actuales circunstancias. Por que, considero como militante, como saharaui y como hombre de la cultura, que se esta gestando una agudización de la perdida de valores de identidad dentro de la sociedad saharaui en general, y en la población en los campamentos de refugiados en particular.
Para combatir esta crisis, es necesaria proyectar todos los esfuerzos en la búsqueda de soluciones a este problema. Y lo requiere, en estos momentos por que considero, que esencialmente, la lucha del pueblo saharaui es antes de todo una lucha de identidad, una lucha en defensa de sus valores y características culturales, cualquier pérdida de estos valores nos debilita en el avance histórico del proceso libertario saharaui. Y ejemplo de ello, son los esfuerzos que el enemigo marroquí ha puesto, en las ultimas décadas, en atacarnos utilizando nuestra propia identidad cultural como una herramienta política contra el pueblo saharaui, apropiándose de parte de los valores identitarios de nuestra cultura.
Pienso, que la búsqueda de soluciones al problema de la pérdida de identidad, entre las jóvenes generaciones se debe abordar desde tres instituciones sociales importantísimas, en la responsabilidad de preservar, transmitir e inculcar los elementos de identidad cultural saharaui: La familia, la escuela y el estado.
LA FAMILIA: Cuando investigamos sobre el rol de la familia en la trasferencia de identidad, todos los sociólogos coinciden en que la familia es la primera institución en la socialización de los individuos. “La familia socializa a sus miembros creando en ellos un sentimiento de pertenencia al grupo, ya que en ella el niño adquiere y asimila los valores, actitudes y patrones de comportamiento”. Gallardo, Carlos. Retos y propuestas a los problemas educativos de la década. En nuestro caso, ¿donde surge el problema?, creo en mi modesta opinión, que la continua ausencia de unos de los cónyuges en la familia, debido a la situación de guerra en la que se encuentra el pueblo saharaui, perjudica seriamente a esta socialización, además de esto, tampoco hemos creado los mecanismos necesarios para un acercamiento entre padres e hijos basándonos en los nuevos elementos que han surgido durante estos 37 años de lucha. Los jóvenes saharauis ya no son lo que eran sus padres, los jóvenes saharauis se parecen mas a su tiempo, y desgraciadamente este tiempo es de una tremenda globalización, donde los jóvenes son mas socializados por los poderosos medios de comunicación (tv por satélite, radio, internet, etc.) que por la influencia familiar
LA ESCUELA: Existe una falta de responsabilidad tanto en la escuela como institución, como en el sistema educativo en general, en su rol de formadores de identidad- cultural. Tanto en la una, como en la otra, no se ha tenido en cuenta la realidad existente en los campamentos, así como la gran transformación social y cultural que se ha llevado a cabo en estos 37 años de exilio.
Considero a mi entender, que en nuestro sistema educativo, existe un vacio de responsabilidades en el trato de la temática de cultura-identidad, tal vez sea debido a que no existe un programa educativo netamente saharaui basado en nuestros valores éticos tradicionales, o por que en cambio, en estas instituciones se ha impuesto, el programa educativo argelino, que opera como un factor de “dislocación cultural”, al no tener en cuenta que la identidad cultural saharaui, ha tenido otro transcurrir histórico, otros valores, categorías y representaciones simbólicas muy distintas a las que se inculca en la escuela a través de esos programas educativos foráneos. Sobre todo en nuestra situación, en que el tiempo para transmitir los elementos del legajo histórico de identidad nacional son limitados, ya que a partir de cierto grado escolar los jóvenes saharauis se trasladan a sociedades y países diferentes.
Las instituciones educativas, de esta forma, pierden la esencia misma de su rol, la de reflejar y reproducir la sociedad en la que vive el individuo a la que va dirigido este sistema educativo.
EL ESTADO: Todos los estados siguen pautas y ciertas estrategias, muy parecidas, para implantar y defender su identidad. Por regla general la podemos concretizar en los siguientes puntos:
* La creación y empleo de una imagen de nación, cuyos individuos comparten una historia, una cultura, y un territorio definido.
* El uso de símbolos y rituales que reafirman la conciencia colectiva.
* El desarrollo de pertenencia, y el ejercicio de deberes y derechos, lo que provoca un sentimiento de lealtad hacia el estado.
* Un sistema de educación y medios de comunicación que conllevan la diseminación de la imagen de nación, plasmada a través de los valores, símbolos, rituales, principios, tradiciones y modo de vida.
* Existencia de enemigos comunes.
El concepto de identidad-nación nace en Europa a finales del siglo XVIII. En el caso saharaui el concepto de nación es muy reciente (década de los 60) y nace para salvaguardar los intereses y las aspiraciones del pueblo saharaui, un pueblo que comparte los mismos orígenes, la misma lengua, la misma historia y la búsqueda de un mismo interés; la emancipación de la colonización española en un principio y de la marroquí mas tarde.
La identidad nacional saharaui esta basada en conceptos de identidad cultural, no podemos entender el nacionalismo saharaui sin antes tener un profundo conocimiento de los conceptos de identidad cultural.
El estado saharaui, o la organización política del Polisario, durante los 37 años se ha despreocupado y no a promovido, la cultura en general y la preservación y el fortalecimiento de la identidad cultural, en particular, como una prioridad esencial en el proceso revolucionario, dedicándose al mero hecho folclórico de la música y la poesía y menospreciando todo lo restante, un grave error por cuanto, como citamos anteriormente, nuestra lucha es una lucha de identidad.
En los últimos años se nota un esfuerzo, que no es para nada suficiente, desde el ministerio de cultura, en este intento de fortalecer la identidad cultural de la población refugiada. Este esfuerzo se concretiza en conferencias y seminarios que por supuesto no es suficiente para erradicar la crisis identitaria en la que creo que estamos. Considero que para ello es necesario que todas las instituciones del estado se vinculen en este empeño del fortalecimiento de la identidad.
Como dije al principio de este artículo no pretendo dar soluciones ya que no las tengo, lo que me he propuesto con ello es dar un grito de alarma para la búsqueda de soluciones a un problema que nos atañe a todos los saharauis en general. Por ello a modo de conclusión planteo algunas preguntas para que todos busquemos soluciones factibles a este problema.
¿Cómo mantener y fortalecer la identidad cultural, sin la participación del sistema educativo saharaui?
¿Cómo vincular al estado para que de manera coherente tomen medidas que contemplen la importancia de la defensa de la identidad cultural?
¿Qué papel juega la identidad cultural en los individuos y en el nacionalismo saharaui?
¿De que manera el estado, la familia y el sistema educativo, deben asumir la defensa de la identidad cultural de nuestro pueblo?
Por Omar Ahmed
Director Central de Cine, Ministerio de Cultura de la RASD.
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