Hemos dado la palabra ya a las familias de 7 de los 22 presos políticos saharauis del Grupo Gdeim Izik. En 6 ocasiones, han sido mujeres -las madres, principalmente- quienes han dado la cara ante la cámara para defender los derechos de cada preso y denunciar su sufrimiento y las dificultades que se les presentan a las familias para mantener un contacto más directo con ellos, por la distancia entre El Aaiún (Sahara Occidental) y la capital marroquí, Rabat. Es una demostración más de que las mujeres son las que soportan el peso del activismo saharaui, como madres, esposas, hermanas e hijas de los presos. Ellas conforman un eslabón fundamental en la resistencia pacífica, que activan desafiando posibles consecuencias en forma de represalias, puesto que no debemos olvidar que este tipo de declaraciones son consideradas delito por las autoridades marroquíes.
Todas ellas agradecen constantemente a las asociaciones y a las personas que apoyan la causa saharaui y, más concretamente a cuantos luchan por la liberación de los presos políticos, todas las muestras de solidaridad y la permanente difusión de la denuncia de las injusticias. Ahora, desde este blog, somos nosotras quienes queremos enviarles a todas las familias -y muy especialmente a todas las madres-, nuestro agradecimiento por el valor demostrado y por acceder a ponerse delante de nuestra cámara para contar su sufrimiento y expresar sentimientos compartidos, con el convencimiento de que sus palabras no caerán en saco roto y servirán, cuando menos, para que, poco a poco, la comunidad internacional tome conciencia de que hace casi dos años que un Tribunal Militar marroquí procesó y condenó a 25 civiles saharauis, en un juicio que, según los observadores internacionales, no ofreció garantías procesales a los encausados y es considerado nulo de pleno derecho por las organizaciones internacionales, por haberse celebrado ante una corte militar.
Hadhum es sobrina de Abdallah Abahah, uno de los presos de Gdeim Izik condenado a cadena perpetua, pena que cumple con el resto del grupo en la prisión de Sale 2, cerca de Rabat. Ha regresado de España a El Aaiún para atender a su abuela, enferma e impedida para caminar, y con el objetivo de conocer de cerca cómo es la vida de sus compatriotas saharauis bajo la ocupación marroquí. “Es mucho peor de lo que yo pensaba, peor incluso de lo que vemos por televisión, leemos u oímos”, asegura en este vídeo que graba junto a su abuela, en un perfecto español.
“Además del sufrimiento de los presos en las cárceles marroquíes -comenta Hadhum-, también está el de sus familias… Por ejemplo, mi abuela nunca ha ido a visitar a su hijo a la prisión y son ya 3 años los que mi tío Abdallah Abahah lleva allí. Como a cualquier madre, le encantaría poder viajar a ver a su hijo, pero está enferma y son otras muchas circunstancias y problemas los que imposibilitan esta visita”.
* Ver video en el enlace siguiente:
Ver tambien: Fotos: Muhammad Ali
Fuente: Elisa Pavon / Activistas de Resistencia Saharaui en TTOO
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