¡SAHARAUI, SAHARAUIA, EIDA FEIDAK LILHURRIA! (tu mano junto a la mia hasta la libertad) ¡Rompamos el bloqueo informativo. Derribemos el Muro de Silencio! ¡LABADIL, LABADIL, AN TAGHRIR ALMASSIR! (No hay otra opcion que la autodeterminación)

EL SÁHARA DE LOS OLVIDADOS اِل ساارا دي لوس اُلبيدادوس




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Mahmoud El-Haissan, historia de un atropello a la libertad de prensa (2ª parte)

2ª PARTE: TORTURADO, CONDENADO Y PENDIENTE DEL JUICIO DE APELACIÓN

Tras cinco meses en prisión, llegó la fecha del juicio, que fue varias veces aplazado por la Sala Penal del Tribunal de Apelaciones de El Aaiún. El 3 de diciembre de 2014, Mahmoud El-Haissan fue condenado a un año y medio de prisión, acusado de ser parte de una banda armada y de protagonizar ataques contra las fuerzas públicas, en un juicio sin garantías procesales en el que no se tuvo en cuenta ni el testimonio del preso negando las acusaciones, ni su denuncia de coacción y torturas durante su detención. Él cubrió informativamente una manifestación y su trabajo se emitió por la televisión saharaui.

Según la organización británica ADALA UK, «esta actuación es contraria a todas las convenciones internacionales que el Reino de Marruecos suscribe y una clara violación de la Carta de los Derechos Humanos» y, por ello, está desarrollando en Europa una campaña de apoyo a Mahmoud El-Haissan, solicitando a los periodistas su adhesión a una carta dirigida a Cristopher Ross, Enviado Especial del Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, para que interceda por la liberación del preso político sobre la base de su derecho al libre ejercicio de su profesión.

El juicio de apelación de la condena se celebrará el próximo martes, 24 de febrero, en la Sala Penal del Tribunal de Apelación de El Aaiún, en el que se recurre también la misma sentencia, impuesta por los mismos cargos, al activista saharaui Abdelkarim Bouchalga. El equipo de defensa solicita la puesta en libertad de ambos, aunque con argumentos distintos. En el caso de Mahmoud El-Haissan se apela a su derecho a la Libertad de Prensa y en el de Bouchalga, a sus condiciones de salud, que ameritan una rápida intervención psiquiátrica, dado que ha perdido por completo la memoria y ni siquiera ha sido capaz de reconocerse a sí mismo delante del juez. El caso de Bouchalga, que trabajaba en una tienda cuando se celebraba esa manifestación,  es otra clara violación de los Derechos Humanos de los saharauis por parte de Marruecos y lo analizaremos en otro reportaje, por ser especialmente sangrante su situación.
Vejado en el patio de la cárcel Negra
Para Mahmoud El-Haissan el equipo de defensa legal solicita «libertad incondicional» y que se investigue la denuncia interpuesta por un episodio ocurrido en la cárcel Negra el pasado 17 de septiembre, en el que el reportero y otros 6 presos saharauis fueron vejados, golpeados y maltratados en el patio de la prisión, con la participación del director del centro penitenciario, Abdelilah Zanfouri, que pocos días después fue cesado de sus funciones.

La hermana del periodista recuerda cómo él le relataba ese momento. «Siete presos expresaron al director su preocupación por el estado de la celda donde se encontraban, asegurando que las paredes podrían caer sobre los reclusos», afirma Salka El-Haissan. «Hablaron con él, pero les negó un cambio de módulo y les mantuvo junto con otros presos comunes esa celda hacinada». Al parecer, la queja expresada por el grupo de los 7 presos fue lo que impulso una desmedida acción represiva, que fue denunciada por Amnistía Internacional en una carta oficial remitida a las altas administraciones marroquíes. El ella, AI exponía lo hechos asegurando que “los presos saharauis Mohamed Baber, Abdeslam Loumadi, Abdelmoutaleb Sarir, Mahmoud El-Haissan, Aliyen El-Moussaoui, Abdelkarim Bouchalga y Abdel Fattah Dallal fueron sometidos a tortura y otros malos tratos desde las cuatro y media de la tarde hasta las once de la noche por personal de la prisión de El Aaiún, donde se encuentran recluidos. Los siete hombres fueron esposados, vejados, golpeados brutalmente e insultados en el patio de la prisión delante de otros reclusos e insultados”.

Según la información que consta en dicha denuncia de Amnistía Internacional, “testigos presenciales han indicado que todos sufrieron contusiones y lesiones en las muñecas como consecuencia de las esposas, resultando Aaliayne El Moussaoui con el brazo izquierdo fracturado y Mohamed Baber cojo a causa de una lesión de pierna. Aquella tarde, los 7 presos iniciaron una huelga de hambre como protesta por las palizas, así como para exigir una investigación de los hechos, con depuración de responsabilidades, y la realización de exámenes forenses a los siete presos, para dejar constancia de las lesiones ocasionadas por el personal de la prisión”.
Mahmoud El-Haissan junto a un mural con las fotografías de los presos de Gdeim Izik
Han pasado cinco meses desde aquel 17 de septiembre y no hay responsables, ni informes médicos o forenses, ni investigación imparcial. Hubo un director cesado, pero nada más, excepto grandes represalias contra este grupo de presos políticos saharauis. Algunos han sido separados y trasladados a distintas cárceles marroquíes fuera del territorio saharaui (Mohamed Baber a la de Aït Melloul; Abdelmoutalib Sarir a la de Inzegan (aunque ya cumplió condena) y Aliyen El-Moussaouri, a la de Tiznit, las tres al Sur de Marruecos); otros, sometidos a constantes acosos, que les han llevado en diferentes ocasiones al hospital Ben El Mehdi de El Aaiún, como es el caso de Abdelkarim Bouchalga. 

Una carta desde la Cárcel Negra
Mahmoud El-Haissan, que teme se cumplan las amenazas que recibe de ser deportado a la prision de Aït Melloul, consiguió enviar una carta desde la Cárcel Negra de El Aaiún para expresar por primera vez su sentimiento respecto a la indiferencia con que los medios de comunicación internacionales tratan la cuestión de los Derechos Humanos en el Sahara Occidental. 

Dicha misiva, que la dirigió a “todos cuantos defienden la libertad”, recogía las palabras de El Haissan pidiendo al mundo “más unidad para romper el bloqueo informativo impuesto en el Sahara Occidental, que impide que podamos ejercer nuestro derecho a la libre opinión”. El periodista lamenta que “mientras defensores de Derechos Humanos del mundo entero diseñaban estrategias y proclamaban la necesidad de libertad de información y de opinión, mi compañero Abdelkarim Bouchalga y yo éramos sometidos a un juicio injusto, después de haber permanecido 5 meses en prisión preventiva injustificada”.

“Esta condena, de año y medio de prisión, no es más que una represalia por haber tratado de hacer un periodismo práctico que nos permitiera transmitir al mundo la imagen real de lo que ocurre en los territorios ocupados del Sahara Occidental, donde al pueblo saharaui se le niega su derecho a votar libremente su futuro y donde la ONU mantiene una Misión de Paz que no tiene competencias en materia de Derechos Humanos”. 

Vídeo con la declaración de Salka, la hermana de Mahmoud El-Haissan.

Enlace: https://drive.google.com/file/d/0B_IEhVj8nvf1YU93bzIxRjRHRFk/view?usp=sharing

Fuente: Elisa Pavón / Activistas de Resistencia Saharaui en TT.OO.
Fotos y video: Muhammad Ali


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