El Frente Polisario y la RASD ha demostrado al mundo que los líderes saharauis y la población saharaui se distingue positivamente en muchos aspectos. Uno de estos aspectos es, sin duda, la política de la República Árabe Saharaui Democrática que opta por definir como uno de los elementos estratégicos la educación y la cultura.
Debemos apreciar este aspecto, aún más teniendo en cuenta de que estamos hablando de refugiados que llevan 41 años en campamentos en medio del desierto de la muerte, dependiendo de la ayuda humanitaria para sobrevivir y aún así, incluso en los años de la guerra nunca dejaron atrás la educación y la cultura. Un ejemplo para el mundo.
Según datos de la UNESCO publicadas este año, la tasa de alfabetización en los campos de refugiados alcanzó el 96%, lo que representa el segundo país con la mayor tasa de alfabetización de África, estando Sierra Leona en primer lugar con 99%. La RASD supera así la tasa de alfabetización, Portugal es 94,8% (fuente INE) y está casi al nivel del colonizador español que tiene una tasa de 98,1%.
De acuerdo con la misma fuente, en 1975, cuando tuvo lugar la invasión marroquí y comenzó la guerra, la tasa de alfabetización saharaui era aproximadamente un 25%.
Pero la RASD no contento con la alfabetización, tienen la educación obligatoria hasta los 16 años, formación y educación de adultos, formación profesional y de educación especial. Jardines de infantes, escuelas primarias, escuelas especiales, escuelas para formación de ciegos, escuelas secundarias y escuelas de las mujeres están en pleno funcionamiento, incluso no cierran cuando hay desastres naturales, como las lluvias torrenciales del año pasado.
La ayuda de Cuba, Argelia, España y otros países es indispensable, pero es especialmente Cuba, quien ha formado a cientos de jóvenes saharauis en la medicina, la ingeniería y muchas otras licenciaturas.
Nos encontramos en los campos de refugiados decenas de médicos y maestros formados en Cuba, pero también algo que nunca esperamos encontrar, jovenes periodistas que trabajan en la RASD TV, la televisión saharaui, que desde los campamentos de refugiados emite programas que van desde las noticias a debates, programas culturales, música e incluso gastronomía.
La defensa de la cultura y las tradiciones es algo imprescindible para afrontar el intento constante por parte de Marruecos de apoderarse, transformar y erradicar estos dos pilares de la sociedad y la identidad saharaui.
Por lo que se llevan a cabo diversas actividades en los campos de refugiados, que también tiene eco en los territorios ocupados a través de la RASD TV y Radio Nacional Saharaui.
Estos días se celebra, quizás uno de los eventos más publicitados de los campos de refugiados, el Festival Internacional de Cine del Sahara Occidental, FISAHARA que según palabras del Presidente de la RASD y SG del Frente Polisario, Brahim Gali “es una demostración pionera que expresa un mensaje la solidaridad, paz y amor para el pueblo saharaui oprimido, que refleja la realidad de la causa saharaui a través del aspecto intelectual, cultural y artístico, “talleres” de formación audiovisual y espacios para intercambio entre diferentes culturas y pueblos“. El FISAHARA no termina en los días del Festival, ya que hay una escuela de medios audiovisuales en los campos de refugiados. Este evento que junta a la población saharaui con cineastas y actores de todo el mundo es un proyecto que refleja bien la riqueza de la cultura saharaui, que sin perder nunca de las tradiciones ancestrales, abraza nuevas realidades.
Mucho más hay que decir acerca de este tema, pero en realidad lo que es relevante es la fuerza y la perseverancia de las personas que en el medio de la mayor adversidad construyen los cimientos del futuro, un futuro en el que la cultura y la educación son un pilar de su sociedad.
Fuente: porunsaharalibre.org
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