Fuente: bubisher.org
Hace mucho frío en los campamentos, tanto que incluso en los espacios cerrados hay que estar con ropa de abrigo durante las primeras horas de la mañana y desde media tarde, tanto que los resfriados abundan y las gargantas se resienten. Sin embargo, nada de ello impide que la actividad siga siendo intensa en las bibliotecas y en los colegios.
En Auserd, los cuentos que Gajmula y Aziz eligen para trabajar fascinan a los niños. Hoy, por ejemplo, Pinocho fue el protagonista y ayer, El peor niño del mundo. Día tras día, con diferentes técnicas (collage, plastilina, pintura…) sacan a los personajes de las páginas del libro y les dan vida, la misma que ha cobrado la biblioteca de este campamento durante el presente curso.
En Smara el teatro llegó a las escuelas de la mano de Brahim, Julián, Susana y Beatriz. Caperucita y el lobo se encontraron y… cuando el lobo estaba a punto de comerse a Caperucita, ¡zas!, se detiene la narración y surge la pregunta ¿Qué se podría cambiar para que el final sea diferente? Bombardeo de respuestas y representación de la escena elegida.
Por otra parte, y ya en la biblioteca, Julián les habló a los niños de la activista saharaui Takbar Haddi y de su hijo desaparecido. Tras la explicación de Julián, los niños realizaron una pancarta de apoyo a esta madre coraje y le enviaron las fotos que hicieron.
Por su parte, Lafdal, a raíz del poema “El barquito de papel”, además de trabajar el ritmo y la entonación, desarrolló un taller de papiroflexia en el que explicó, paso a paso, cómo hacer un barco de papel. El resultado fue estupendo y todos los niños se llevaron su barquito a casa.
En Bojador, la semana ha sido muy intensa, han recibido muchas visitas: Familias españolas que estuvieron participando con ellos en las actividades, miembros de la Asociación Kabiak de Navarra, cooperantes de otros proyectos… A todos les explicaron los objetivos del Bubisher y cómo es el trabajo diario en las escuelas y en los colegios. Como muestra de interculturalidad, hicieron unas jornadas dedicadas a los juegos tradicionales de aquí y de allí y participaron en el Festival de Cultura que se celebró en Bojador.
Cierto que hace frío, decía Julián hace un momento que en Smara el viento es helador y que amenaza lluvia; sin embargo, es cálido el ambiente que se vive y se transmite desde todas las bibliotecas y por parte de todos los que las mantienen llenas.
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