Marruecos decidió, desde que la comunidad internacional le impuso los buenos oficios del diplomático americano Christopher Ross como Enviado Personal del SG de Naciones Unidas para el Sahara Occidental, utilizar todos los medios a su alcance para afirmarse como socio inalienable en la lucha antiterrorista en un momento en que su reputación fue seriamente afectada por varios elementos coyunturales:
-El tráfico de cannabis, cuyos barones están bajo las órdenes del Majzén, se convirtió en una de las principales fuentes de financiación de los terroristas de Al Qaeda instalados en Mali.
-El fracaso del llamado plan de autonomía que no fue avalado por la comunidad internacional que mantiene su compromiso con el derecho internacional y las resoluciones de las Naciones Unidas, a saber, el principio a la autodeterminación para el Sáhara Occidental como territorio no autónomo
-El miedo a perder el control de los recursos naturales de la ex colonia española, único medio que le permitirá competir con Argelia en el liderazgo regional.
-Las violaciones graves de los derechos humanos en los territorios ocupados del Sáhara Occidental del que hizo una prisión a cielo abierto prohibida para los extranjeros.
-La afirmación de Argelia como potencia militar, económica y el crecimiento de su papel estratégico.
-La exhibición pública de los trapos sucios de la monarquía por el príncipe Hicham El Alaui.
-Los cables de Wikileaks que revelaron la implicación en el tráfico de cannabis de altas personalidades en el entorno del palacio real, así como las declaraciones de un ex agente del servicio secreto marroquí Hicham Bouchti, al periódico Echourouk.
Las autoridades marroquíes tienen una larga experiencia en la instrumentalización de la amenaza terrorista, un tema sensible a los ojos de las potencias occidentales. La situación de caos en Malí les ofrece la oportunidad. La situación económica y social en Mauritania permite que los elementos de DGED marroquí actúen con facilidad.
Desde Nouakchott, los agentes marroquíes multiplican los ataques contra el Frente Polisario y Argelia. Algunos sitios mauritanos hablan de "connivencia" del movimiento saharaui con organizaciones terroristas en Malí.
El ataque contra los campamentos saharauis y el nacimiento del Mujao
El 23 de octubre de 2011, un grupo de terroristas atacó la localidad de Rabuni, la capital administrativa del Frente Polisario y secuestró a dos cooperantes españoles y una italiana. El relé marroquí en Malí, el corresponsal de la AFP en Bamako, Serge Daniel, se ensaña con el movimiento saharaui en el período de suspense en espera de que los secuestradores revelen su identidad y sus reivindicaciones. La ministra española de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez, llegó a Rabat dos días después del secuestro para pedir ayuda a las autoridades marroquíes. A pesar de que el incidente tuvo lugar en tierras argelinas. Parece sospechar que Marruecos esté detrás de la operación terrorista. Sospecha compartida por los responsables saharauis.
Los secuestradores mantendrán el suspense durante dos semanas. Acto seguido, es un Movimiento misterioso, Movimiento para la Unidad y la Yihad en África Occidental (Mujao) que reivinidicará su autoría. Un movimiento que firmó su certificado de nacimiento con su ataque contra el albergue de Rabuni donde se alojan los cooperantes extranjeros responsables de los programas de ayuda a los campamentos de refugiados saharauis. Se distinguirá de las otras organizaciones terroristas activas en el territorio de Malí por su ensañamiento contra Argelia, de la que hará su objetivo principal. Su nombre indica el África occidental, pero el GPS lo tiene atascado en el norte y más concretamente en Argelia. Los atentados en Tinduf (23 de octubre 2011, en Tamanrasset 3 de marzo 2012, a 29 de junio 2012 Ouargla y especialmente el secuestro de siete diplomáticos argelinos en Gao en abril de 2012), sus declaraciones y ataques mediáticos contra Argelia y el Polisario y de la que el Mujao hizo su caballo de batalla, no dejan lugar a dudas sobre el papel de los servicios secretos marroquíes.
Y como por casualidad, el padre fundador de este movimiento, Hammada Ould Mohamed Kheirou es oriundo de Mauritania, un país que procederá el 21 de diciembre 2011, un mes después del ataque contra Rabuni, a la expulsión de El Abdelhafid Bakkali, oficial de la DGED marroquí que actúa bajo cobertura de corresponsal de la MAP, la agencia oficial de noticias marroquí. La decisión de Mauritania es un mensaje de firmeza contra los manejos que se han vuelto embarazosos de los elementos de la DGED marroquí. Desde entonces, las relaciones entre los dos países se limitan a guardar las apariencias, sobre todo desde el intento de asesinato del presidente Mohamed Ould Abdelaziz. Al mismo tiempo, según documentos revelados por el hacker marroquí Chris Coleman, el periodista francés Vincent Hervouet es encomendado por un agente de la DGED, Ahmed Charai, para elaborar un video contra el Polisario. En efecto, en un correo electrónico de fecha 07 de diciembre 2011, Hervouet anunció a su "patrón" marroquí que iba a hablar en su programa, de "los secuestradores de dos franceses en Malí parecen ser unos tipos de AQMI y que proceden de los campamentos del Polisario ". Su relé de Mauritania, Sahara Media, parece asegurar el enlace mediático con el grupo terrorista convertiéndose en su portavoz privilegiado.
El reportaje que acusa a Marruecos
En respuesta a un despacho del corresponsal de la AFP en Bamako, Serge Daniel, el otro relé de la DGED en Malí, el ex portavoz del Ministerio argelino de Asuntos Exteriores, Amar Belani, dijo: "Se trata de una grosera empresa de desinformación, ya que los relés regionales de instigación y de repliegue del Mujao son bien conocidos por todos y no se encuentran en territorio argelino". Una clara alusión a Marruecos. Una acusación que se ve reforzada por los descubrimientos del ejército francés en el Valle de Amettetaï y fueron reportados por un episodio de la emisión Enviado Especial del 17 de octubre 2013 en la cadena de televisión France 2.
En el reportaje, los elementos del Mujao se dieron a la fuga antes de la llegada de la unidad de paracaidistas franceses que estaba rastrillando el Valle de Ametettaï. Entre las cosas que dejaron en su lugar de cobijo ordenadores, pasaportes egipcios, tunecinos, canadienses y de otras nacionalidades. También encontraron GPS que permitieron trazar el recorrido de los terroristas. En la pantalla aparece una línea que parte de Marruecos, pasa por la frontera noreste del Sáhara Occidental y llega al norte de Malí. Una prueba irrefutable contra Marruecos.
« Las montañas del Ifogas tardarán meses para revelar todos sus colores” dirá el comentarista. Efectivamente, los 400 prisioneros capturados por el ejército francés habrán dado informaciones de gran valor que hoy se encuentran en manos de los militares franceses.
Un despacho de la revista Jeune Afrique de fecha 5 de septiembre 2012 informó que "los servicios de inteligencia franceses dicen que armas fueron entregadas recientemente, a través de Burkina Faso, al Movimiento para la Unidad y la Yihad en África Occidental (Mujao)".
"Los funcionarios franceses están desconcertados: cómo podrían los camiones cargados de armas atravesar Burkina sin el acuerdo de las autoridades?", escribió la revista francesa. Otra complicidad descubierta en el país de Blaise Compaoré, que se encuentra ahora en Marruecos para escapar de la justicia de sus compatriotas.
Fuente: Noticias del Sahara
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