A raíz de la resolución de la ONU comienza el proceso de descolonización, pero es a partir de los años 70 cuando se desarrolla con más fuerza la necesidad de las Naciones Africanas de ser libres y crece el movimiento nacionalista.
En el año 1961 Marruecos con Hassan II que acababa de ascender al trono, comenzó a reclamar los territorios del Sáhara Occidental, y otras zonas de países contiguos que habían sido gobernados por las dinastías que habían reinado en Marruecos.
Debido a la presión recibida por Estados Unidos y Francia, España decide en 1975 abandonar el territorio del Sáhara Occidental, no sin antes, en 1974, prometer a los saharauis un referéndum de autodeterminación.
El 14 de noviembre de 1975 se firma entre los gobiernos de España, Marruecos y Mauritania (el llamado Tripartito) un acuerdo por el cual España abandona el territorio del Sáhara Occidental y cedía la administración pero no la soberanía. De este modo, esta resolución de Madrid traspasa el territorio que se reparten entre Mauritania y Marruecos.
El pueblo saharaui denuncia este acuerdo de transferencia de territorio y de poderes coloniales por carecer de validez jurídica. Sin embargo, esto no detiene al ejército español que pocas semanas más tarde se retira del Territorio Saharaui. Las tropas de Mauritania y Marruecos comienzan a invadir el Sáhara Occidental a pesar de la oposición de sus habitantes.
Hassan II a la cabeza de Marruecos, organiza la “marcha verde” con 350.000 personas y 25.000 soldados para la conquista del territorio saharaui. Comienza así una guerra entre Marruecos y el Frente Polisario, un grupo creado en 1973 para la reivindicación de libre disposición del Pueblo Saharaui.
En 1979, Mauritania reconoce la soberanía del Pueblo Saharaui sobre el Sahara Occidental y abandona la causa armada.
Sin embargo, durante más de quince años, siguen sucediéndose los enfrentamientos entre la guerrilla del Polisario, apoyados por Rusia y armados por Argelia, y el ejército de Marruecos, armado por Estados Unidos y Francia.
Mientras tanto, miles de saharauis huyen a Argelia instalándose en campos de refugiados en el desierto, y otros tantos se quedan a merced del ejército marroquí.
En 1981, el Estado Marroquí construye un muro separando el Sáhara de más de 2700 kilómetros, quedando al final de la guerra la mayoría del territorio en manos de Marruecos, parte que incluía la mayor parte de las zonas pobladas y de recursos, y una pequeña parte formada principalmente por desierto, en manos del Frente Polisario.
No es hasta que termina la Guerra Fría cuando se firma un tratado de alto el fuego y un acuerdo de paz preparado por Naciones Unidas que crea el MINURSO (Misión de las Naciones Unidas para el Referéndum del Sahara Occidental), y que se estableció por la Resolución 690 del Consejo de Seguridad de 29 de abril de 1991 de acuerdo con las propuestas aceptadas por ambas partes en 1988.
Una misión de paz con el objetivo de crear una solución pacífica y legal al conflicto de la descolonización, creando un período de transición para establecer y garantizar la celebración del Referéndum de autodeterminación que el Estado español no llevó a cabo cuando abandonó el territorio colonizado, y la creación de un censo libre para dar la posibilidad al pueblo Saharaui de elegir entre la integración en Marruecos o la independencia.
Este censo justo, previsto para el año siguiente, en enero de 1992, tardó más de seis años en realizarse. La continua actitud obstaculizadora de Marruecos produjo que hasta septiembre de 1997 las partes en conflicto no firmaran en Houston, bajo los auspicios del enviado personal del Secretario General de las Naciones Unidas, Sr. James A. Baker, un acuerdo sobre la identificación de los votantes y otros que formalizarían este acuerdo previsto nuevamente para el 7 de diciembre de 1998.
Esta actitud llevó sin embargo nuevamente al Consejo de Seguridad de la ONU a posponer la fecha del Referéndum para diciembre de 1999, pero no fue hasta el año 2000 cuando la ONU publicó el censo definitivo, censo que Marruecos no aceptó.
A día de hoy sigue sin producirse ese Referéndum. 20 años después de este “acuerdo de paz” ningún país del mundo reconoce el Sáhara Occidental como parte de Marruecos aunque el referéndum no ha llegado a realizarse.
Actualmente más de la mitad de los saharauis viven en la zona del Sáhara Occidental bajo la ocupación Marroquí; unos 30.000 en la zona controlada por el Polisario, y más de 120.000 viven en los campos de refugiados construidos en el desierto de Argelia, que dependen exclusivamente de la ayuda humanitaria internacional.
No podemos ignorar el status quo en el que se encuentra el pueblo Saharaui. Es totalmente insostenible. Marruecos sigue logrando prórrogas sin concesiones, y a día de hoy la declaración sobre la concesión de la independencia a los países y pueblos coloniales de la Resolución 1514 de la AG de la ONU no ha sido llevada a cabo, impidiendo al pueblo Saharaui decidir sobre su autodeterminación y atentando, como recoge el principio de la carta de las Naciones Unidas, a la “igualdad de derechos y libre determinación de los pueblos”. Ha sido prorrogado por un año más, gracias al Consejo de Seguridad, por valorar los “esfuerzos” que está haciendo el Gobierno Marroquí en tema de derechos humanos.
Aunque estos principios resultan claros, la cuestión es más honda de lo que parece. Desde 1975 cientos de marroquíes se han instalado en el territorio del Sáhara Occidental convirtiéndolo en su tierra, y el Estado Marroquí no está dispuesto a perder este territorio ni todas las mejoras que ha hecho en él. Propone un plan de autonomía en contra de un Referéndum. Al mismo tiempo, aunque todos los Estado firmantes de la Carta de la ONU reconocen este derecho de autodeterminación, este Referéndum lleva más de veinte años propuesto y nunca ha llegado a producirse. Ningún País del mundo reconoce el Sáhara Occidental como parte de Marruecos pero el Consejo de Seguridad de la ONU sigue dándole prórrogas a Marruecos y las negociaciones siguen abiertas sin que se llegue a ninguna decisión, provocando que el Estado Sáhara Occidental, se encuentre dividido por las barreras y por sus Gobiernos.
España, responsable de la descolonización en 1975, nunca ha tomado partido abiertamente, creando incertidumbre sobre su opinión para no tener que decantarse por ninguno de los dos bandos.
El estado del Sáhara Occidental sigue sin libertad para decidir sobre su propio destino, sigue sin poder tener su propia identidad.
Fuente: volteaelmundo
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