Rabat (Marruecos).- La familia y allegados de Brahim Saika, un joven saharaui muerto el pasado 16 de abril cuando se encontraba detenido por la policía marroquí, protestó anoche en Goulimine (sur de Marruecos) con una sentada por la decisión del fiscal de ordenar su enterramiento y rehusar una autopsia pedida por los familiares.
La hermana del difunto, Jadiya Saika, dijo a Efe que la familia protestaba así, y lo volverá a hacer hoy, porque exigían una tercera autopsia "internacional" ante sus sospechas de que Brahim fue sometido a torturas, después de que las autopsias ordenadas por las autoridades marroquíes descartaran los malos tratos.
Tras tres meses y medio de polémica, el cadáver de Brahim fue enterrado ayer a las 07.30 de la mañana en el cementerio de su ciudad, Goulimine, situada en el sur de Marruecos, muy cerca del Sáhara Occidental.
Las autoridades emitieron un comunicado en el que dijeron que el enterramiento se efectuó "conforme a los preceptos de la charia (ley islámica) y en vista de que la familia no ha mostrado la menor disposición a enterrarlo, pese a haberse cumplido todas las formalidades exigidas por la ley".
Brahim Saika, licenciado y con un máster en Sociología, pertenecía a la Coordinadora de Desempleados Saharauis, y fue detenido al salir de su domicilio en Goulimine el pasado 1 de abril, cuando se dirigía a participar en una protesta.
La policía lo acusó de "insultos y violencia contra funcionarios públicos en ejercicio", en referencia al forcejeo con los agentes.
En la cárcel, Saika inició una huelga de hambre pero su condición de hipertenso y diabético empeoró su estado de salud y fue hospitalizado en varias ocasiones hasta que falleció el 15 de abril en el Hospital Hasán II de Agadir.
Fuente: diariovasco.com
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