Por Bahia M.H Awah / Foto: BMA / Y..¿Dónde queda Sahara?
(…) La bibliografía colonial registró muchas historias de viajes sobre el Sahara Occidental, que escribieron y protagonizaron destacados expedicionarios españoles y franceses. Tuvieron lugar en distintos periodos del dominio colonial y con anterioridad a éste; ninguno fue de índole estrictamente literaria, que investigara en exclusividad el verso saharaui, su historia y sus personajes. Ya hice mención a una conversación que tuve con Mohamed Uld Rahel[1] en la que me contaba que a principios del siglo XX se habló de un sabio que llegó a Tiris procedente del este, posiblemente un sabio de Sudán o Egipto, atraído por la historia de esta tierra y sus poetas. Pero es un mero dato que no aparece en ninguna bibliografía que no sea la de transmisión oral. Dicho esto, ‘Tiris, rutas literarias’ es un comienzo y un final, que me conduce al proverbio saharaui que reza “al viajero no se le pregunta cuánto tiempo ha tardado, sino qué es lo que ha traído [de beneficioso] de su viaje”.
Cuando los investigadores Juan Carlos Gimeno, Juan Ignacio Robles y Vivian Solana me propusieron el viaje a Tiris, me dije: “este es el momento, ahora o nunca”. Pensé en el vacío literario que arrastran las nuevas generaciones en relación a la literatura saharaui y sus ilustres guías, poetas y eruditos y recordé que había asesorado en sus tesis a varios estudiantes saharauis en el extranjero, que necesitaban de la información que he vertido en esta obra.