Fuente: Maghreb Arabe Press
Durante 2017, Adala UK registró que el número de personas a las que se había denegado la entrada o la expulsión arbitraria de Marruecos del Sáhara Occidental había llegado a 76. Esta población incluía observadores internacionales, defensores de los derechos humanos, periodistas, abogados, personas del movimiento solidario y los acusados de "perturbar la paz" o de ser "indeseables", todos los cuales intentaban llevar a cabo un trabajo de monitoreo de los derechos humanos.
El 12 de febrero de este año, las dos abogadas que representaban al grupo de presos políticos conocido como Grupo Gdeim Izik fueron detenidas por oficiales de civil de los servicios de seguridad marroquíes y expulsadas a su llegada al aeropuerto de Casablanca. No se dio ninguna justificación para su expulsión ni para su detención inicial. Las dos abogadas francesas intentaron visitar al grupo de prisioneros saharauis que están encarcelados en siete prisiones marroquíes diferentes en todo Marruecos, donde todos soportan condiciones terribles y malos tratos. Las abogadas expresaron su enojo por su expulsión, especialmente teniendo en cuenta el acuerdo que existe entre Francia y Marruecos en materia de derecho y justicia.
En un comunicado, las abogadas dijeron: "Somos Ingrid Metton y Olfa Ouled, abogadas del Colegio de Abogados de París. Expresamos nuestra indignación completa por los obstáculos que se han puesto en nuestro camino para impedir que llevemos a cabo nuestros roles profesionales y ejercicio. nuestro derecho a ver a nuestros clientes. Todas nuestras quejas hechas al gobierno francés sobre este asunto han sido ignoradas hasta el momento".
Su declaración explicó que habían viajado a Marruecos el lunes 12 de febrero y fueron detenidos desde el momento en que el avión aterrizó a las 20.40. Sus pasaportes fueron confiscados y fueron puestas "bajo escolta policial" en la zona internacional del aeropuerto donde estuvieron retenidas durante 18 horas antes de ser finalmente expulsadas. En mayo de 2017, las dos abogadas fueron expulsadas violentamente por la policía de la sala de audiencias del Tribunal de Apelaciones de Rabat mientras desempeñaban sus funciones de defensa de los presos políticos saharauis. Olfa Ouled resultó gravemente herida durante este incidente.